Nieva intensamente en el Everest y el viento barre las cotas altas impidiendo el avance por encima del campo III, a 7.300 metros. El mismo frente de mal tiempo que ha retenido a Juanito Oiarzabal en el Manaslu se ha instalado sobre el Everest y atrasa ahora el avance hacia la cumbre.
Durante toda la jornada del miércoles no se ha visto el sol en el campo base y los sherpas han comunicado desde la Comba Oeste que el viento era fortísimo en altura e impedía equipar la ruta y portear. Ante esta situación ningún alpinista se ha movido del campo base a la espera de que esta meteorología sea más favorable. Las temperaturas han sido extraordinariamente frías, alcanzando mínimas de 11 bajo cero a 5.000 metros y casi 20 bajo cero a 7.000 metros.
Guillermo Bañales, Javier Mugarra, Fernando Rubio y Juanrra Madariaga estaban ayer todavía en Lobuche, mientras Alberto Posada, Koldo Orbegozo e Iñaki Ruiz permanecían en el campo base.
Panorámica del campo base vizcaino en una tarde de buen tiempo (Foto Santiago Yaniz)
Ahora la vida en el campo base es un tanto aburrida, con la justa tensión que imponen la espera y la incertidumbre de no conocer el momento exacto de entrar en acción. Las otras expediciones viven el mismo impasse; los navarros tenían intención ayer de haber partido hacia los campos de altura al tiempo que los italianos para iniciar un ataque al Lhotse pero el mal tiempo les ha obligado a permanecer en el campo base. El rato se pasa conversando de campo a campo, fraguando amistades y jugando largas partidas de cartas, mus y poker fundamentalmente, con rock y otras músicas en el ambiente y un vaso de calentísimo cacao entre manos.
Estando en esta tesitura, esta crónica escrita a medias, se recibía ayer en nuestro campo la llamada telefónica de Juanito Oiarzabal desde el Manaslu: "Por Dios, qué tiempo más horrible. Hay 75 centímetros de nieve en el campo II. Los 18 alpinistas, japoneses, eslovenos, etc. que subieron ayer al uno se han bajado esta mañana. Tendremos que esperar aún otros cuatro días hasta que la nieve se estabilice para poder subir. Por ahí, ¿cómo está?…", preguntaba Oiarzabal.
Supo que el temporal que había descargado sobre el Manaslu estaba ayer en el Everest . Entre col y col, mientras Oiarzabal y sus compañeros descendían a reponerse al base, dos americanos conseguían acertar y llegar a la cumbre. "¿Sabes?; los hermanos Iñurrategi vienen también al Manaslu este invierno, lo han dicho ayer; si continúa el mal tiempo tendré que esperar y empalmar para ir con ellos", terminó Oiarzabal deseando suerte a los alpinistas vizcainos..
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